SOBRE
LO SUCEDIDO AYER EN TEPITO.
“La clase no es una cosa, es una relación histórica. Tiene que encarnarse en hombres reales y en un contexto real. No puede haber amor sin amantes ni sumisión sin siervos y señores.
La clase aparece cuando algunos hombres, como resultado de experiencias comunes (heredadas o compartidas), sienten y articulan la identidad de sus intereses entre ellos y contra otros hombres cuyos intereses son diferentes (y corrientemente cpuestos) a los suyos”
E.P. Thompson, “La formación de la clase obrera en Inglaterra”
La violenta agresión que
sufrieron ayer los profesores de la CNTE en su paso por Tepito no
tiene forma alguna de ser justificada. Fue un acto de barbarie y de
cobardía que debe ser condenado energicamente y sin regateos.
Si bien aun se debate la
"autenticidad" tepiteña de los agresores, y hay circulando
varios posicionamientos que "deslindan" esa
responsabilidad, es claro que los comerciantes no hicieron nada para
evitar dicha agresión, ni para defender a los profesores siendo
cómplices consecuentes.
Sin embargo, es menester
que nuestro análisis vaya mas allá de la simple rabia por lo
sucedido. El llamarles "lumpenes" de forma condescendiente
o iracunda y asumir una posición de odio y confrontación con ellos
no abona en nada a la raíz del problema, la cual es esa falta de
identificación entre trabajadores, la cual ha sido promovida por el
Estado, con los medios de comunicación como su principal arma, pero
que los trabajadores organizados no hemos sabido repeler e incluso
parecemos reproducir.
Tepito es un símbolo
cultural de la resistencia a las autoridades, no solo por la
persistencia de un "Barrio Bravo" tradicional (y no un ghetto
urbano) en pleno Centro de la Ciudad en el siglo XXI, a pesar de
expropiaciones, expansiones, etc. También lo es obviamente por su
conocida vocación ilegal, donde la fayuca, el tráfico de armas y
drogas, amen de otras actividades delictivas son el sostén y motor
de la economía local, claro está que con la complicidad entre
mafias y autoridades, pero que fortalece esta imagen popular de
"espacio indomable de la ciudad", materializado en que su
terreno es "invisible" para la misma policía, ya que jamás
se atrevería a recorrer a pie las vecindades y ni los helicópteros
pueden hacer un recorrido, ya que las carpas y lonas de los
comerciantes sirven como una barrera visual infranqueable.
Pero no solo la actividad
ilegal es motivo de preocupación para la autoridad (la cual
consiente ya que también se beneficia), es la resistencia de los
trabajadores ambulantes ha ser "regulados" la que ha sabido
darle la oposición mas feroz, provocando enormes enfrentamientos
ante los intentos de reubicarlos por parte de la policía.
EL PASADO RECIENTE
Entre todos esos motines, ocupa un lugar en la historia el vivido en noviembre del 2000, ya
que se ha registrado como el mas grande operativo policíaco en toda
la historia de la ciudad, donde se necesitaron miles de unidades para
poder recuperar la zona, o al menos los ejes viales, que se
encontraban bajo control total de los vecinos y de los grupos armados
(ya sean pandillas, ya sean sicarios).
En el año 2007, el
gobierno capitalino de Ebrard, en continuación con la política de
urbanismo salvaje, ese despojo de la ciudad a sus habitantes para
entregarlas a la iniciativa privada, ejecutó una serie de
expropiaciones en zonas peligrosas de la ciudad, como Iztapalapa y
Tepito, barrio en el que echó de sus vecindades a decenas de
familias. Los vecinos se organizaron de forma auténtica. Bajo el
lema "En Tepito se vende de todo, menos la dignidad"
convocaron a marchas y demás manifestaciones en contra de la
expropiación, incluso intentaron organizar sus propias formas de
defensa, a través de asambleas, reuniones y la conformación de
organizaciones como el Foro Abierto Tepito (FAT), sin embargo, la
fuerte presencia en la zona de los operadores clientelares al servicio del PRD y
el PRI impidió que se propagaran exitosamente estas
propuestas organizativas independientes.
La resistencia a las
expropiaciones tuvo el apoyo de organizaciones, centros culturales,
artistas, e individuos solidarios en toda la ciudad. Destaco como
mayor logro la realización de la primer marcha del "Otro 1o de
Mayo" de la Otra Campaña en el DF, donde cientos de jóvenes y
trabajadores nos dimos cita en el Eje 1 Norte para marchar entre las
calles, andadores y vecindades de la Peralvillo, Tepito y La Merced.
no solo manifestando nuestro apoyo contra los desalojos, sino
entablando un contacto cercano y amistoso con los vecinos, que salían
de sus casas y talleres a recibir nuestra propaganda y escuchar
nuestras consignas, Memorable.
Aunque las expropiaciones
lograron imponerse, no sin resistencia, se logró mostrar no solo el
repudio a ellas sino la organización de los vecinos, contra el mito
de que en Tepito solo hay criminales.
En últimas fechas, los partidos políticos han mantenido y e intensificado su apuesta por Tepito, ya sea por el potencial de su espacio físico, ya sea por las redes sociales y la dinámica económica que ofrece, ante lo cual el movimiento independiente se ha replegado.
Sin embargo, la ruta de la marcha del otro 1o de mayo, que suele ser animada por grupos zapatistas, libertarios, trabajadoras sexuales y estudiantes, se mantiene en el Eje 1 norte, desde Garibaldi hasta Circunvalación, aunque no se ha vuelto a realizar entre la colonia, se conserva el contacto con los comerciantes, pero su respuesta ha decaído.
Por último no podemos olvidarnos de lo sucedido el 1o de Diciembre, Después de “La batalla de San Lazaro” un grueso contingente que en apariencia era un Black Block se dirigió en marcha desde Lecumberri hasta Garibaldi, al cruzar la marcha de encapuchados el barrio bravo hubo momentos de tensión, sin embargo jamás se registraron agresiones de ningún bando, lo mas agradable fue que al llegar el fuerte contingente de granaderos que pretendía disolver la marcha, los mismos comerciantes bloquearon el eje vial, justo tras los manifestantes, para impedir el cercano avance de la policía y darle unos minutos de ventaja a los manifestantes. Dicho gesto de solidaridad provocó alegría entre la marcha, que gritó emotivamente “Tepito escucha, esta es tu lucha”.
En últimas fechas, los partidos políticos han mantenido y e intensificado su apuesta por Tepito, ya sea por el potencial de su espacio físico, ya sea por las redes sociales y la dinámica económica que ofrece, ante lo cual el movimiento independiente se ha replegado.
Sin embargo, la ruta de la marcha del otro 1o de mayo, que suele ser animada por grupos zapatistas, libertarios, trabajadoras sexuales y estudiantes, se mantiene en el Eje 1 norte, desde Garibaldi hasta Circunvalación, aunque no se ha vuelto a realizar entre la colonia, se conserva el contacto con los comerciantes, pero su respuesta ha decaído.
Por último no podemos olvidarnos de lo sucedido el 1o de Diciembre, Después de “La batalla de San Lazaro” un grueso contingente que en apariencia era un Black Block se dirigió en marcha desde Lecumberri hasta Garibaldi, al cruzar la marcha de encapuchados el barrio bravo hubo momentos de tensión, sin embargo jamás se registraron agresiones de ningún bando, lo mas agradable fue que al llegar el fuerte contingente de granaderos que pretendía disolver la marcha, los mismos comerciantes bloquearon el eje vial, justo tras los manifestantes, para impedir el cercano avance de la policía y darle unos minutos de ventaja a los manifestantes. Dicho gesto de solidaridad provocó alegría entre la marcha, que gritó emotivamente “Tepito escucha, esta es tu lucha”.
INCÓGNITAS DEL MOVIMIENTO
TRABAJADOR
A pesar de estos
episodios, ¿Por qué no se ha podido establecer una identidad y por
tanto un lazo de solidaridad entre los comerciantes del Barrio Bravo
y los trabajadores organizados?
Podemos apelar a su
condición de estratos marginales con un pobre conciencia de clase.
Su tipo de labor, riesgosa y al margen de la ley implica una serie de
competencias con otros trabajadores por "ganarse la papa". Otra razón
puede ser el estatus urbano de zona insegura y conflictiva,
desprovista de un espacio publico, donde el lazo que se establece
con los otros es a través de sus pandillas, en una dinámica
violenta, machista y competitiva por ver “quién tiene mas
huevos”.
Otros dirán que su posición como clase media urbana, que se beneficia del gigantesco flujo económico (de dinero en efectivo) de la zona, privando el individualismo y el consumismo, generando conductas discriminatorias hacia los que tienen menos que ellos.
Lo que es cierto es que también existe una defensa a esa estigmatización cultural que se tiene hacia los “tepiteños”, que es usado como insulto a la falte de educación y cultura (sic).
La izquierda y los grupos de trabajadores organizados no son ajenos a esa mirada discriminatoria. Utilizando el término lumpen no como una herramienta explicativa, sino como un recurso peyorativo, no hacen mas que denigrarlos, hablando de su imposibilidad de desarrollar una conciencia de clase que se identifique con los trabajadores, y dándoles la única finalidad de convertirse en carne de cañón de la burguesía. Esta jamás ha sido una fatalidad, la teoría (en Marx) dice que “pueden ser arrastrados al movimiento por una revolución proletaria”, lo cual ha sido demostrado en tantas revueltas históricas. Sin embargo, en la actualidad no hay mas que un desprecio hacia sus intereses, dejándolos a merced de los grupos políticos que solo piensan en utilizarlos como grupos de choque, ejemplo es que ante las detenciones y abusos policiales contra estos jóvenes que realizan fiestas y tocadas, la izquierda solo les dedicó burlas.
En ese discurso hay una condescendencia y una repulsión propia del refinamiento y la intelectualidad pequeñoburguesa, mas que una crítica desde posiciones proletarias. Necesario es analizar el contexto específico en el que esto se produce, el de la lucha magisterial contra la reforma educativa en el DF. Los medios de comunicación masivos, aquellos que dan una imagen distorsionada de la realidad a través de sus imágenes y comentarios, formando esa falacia (estudiada por Bourdieu) que se llama “opinión pública” la cual solo sirve a los intereses de su grupo y clase, han protagonizado una campaña en buscando enemistar a la población trabajadora, repitiendo hasta el vómito que las marchas, y bloqueos de la CNTE no afectan al Estado, sino solamente a los trabajadores en su vida diaria. Aunque esa basura ideológica solo pretende ensalzar que es una lastima que alteren nuestra “hermosa cotidianeidad” de una jornada laboral de 14 horas enriqueciendo al patrón, algo tienen de razón, los trabajadores sienten que el poderoso no pierde con el bloqueo en Reforma o en Circuito Interior, pero serán ellos los que recibirán descuentos, perderán ventas, estarán lejos de sus familias, mientras aquel esta un su lujosa mansión pidiendo sus rentas.
El planteamiento sobre los métodos de lucha de los trabajadores organizados es necesario. Partiendo de que una lucha aislada es una lucha perdida y que para derrotar al Estado tenemos que crecer en numero y contundencia ¿Qué contacto real existe entre estos trabajadores que protestan y el resto de la clase a la que se pretende convencer y unificar? ¿Qué identidad se genera entre los protestantes y la trabajadores inmovilizados por sus protestas? Sería ingenuo pensar que en medio de dicho atorón recibirán un volante con una sonrisa en los labios.
Lo sucedido ayer no debe pasarse por alto. Esa agresión merece una enérgica condena sin ninguna condescendencia a “los pobres lumpenes”, pero también debe ser un llamado de atención sobre lo que el movimiento esta haciendo mal. No hay peor escenario para el movimiento (y mejor para el Estado y la burguesía) que el de una confrontación violenta entre trabajadores.
Otros dirán que su posición como clase media urbana, que se beneficia del gigantesco flujo económico (de dinero en efectivo) de la zona, privando el individualismo y el consumismo, generando conductas discriminatorias hacia los que tienen menos que ellos.
Lo que es cierto es que también existe una defensa a esa estigmatización cultural que se tiene hacia los “tepiteños”, que es usado como insulto a la falte de educación y cultura (sic).
La izquierda y los grupos de trabajadores organizados no son ajenos a esa mirada discriminatoria. Utilizando el término lumpen no como una herramienta explicativa, sino como un recurso peyorativo, no hacen mas que denigrarlos, hablando de su imposibilidad de desarrollar una conciencia de clase que se identifique con los trabajadores, y dándoles la única finalidad de convertirse en carne de cañón de la burguesía. Esta jamás ha sido una fatalidad, la teoría (en Marx) dice que “pueden ser arrastrados al movimiento por una revolución proletaria”, lo cual ha sido demostrado en tantas revueltas históricas. Sin embargo, en la actualidad no hay mas que un desprecio hacia sus intereses, dejándolos a merced de los grupos políticos que solo piensan en utilizarlos como grupos de choque, ejemplo es que ante las detenciones y abusos policiales contra estos jóvenes que realizan fiestas y tocadas, la izquierda solo les dedicó burlas.
En ese discurso hay una condescendencia y una repulsión propia del refinamiento y la intelectualidad pequeñoburguesa, mas que una crítica desde posiciones proletarias. Necesario es analizar el contexto específico en el que esto se produce, el de la lucha magisterial contra la reforma educativa en el DF. Los medios de comunicación masivos, aquellos que dan una imagen distorsionada de la realidad a través de sus imágenes y comentarios, formando esa falacia (estudiada por Bourdieu) que se llama “opinión pública” la cual solo sirve a los intereses de su grupo y clase, han protagonizado una campaña en buscando enemistar a la población trabajadora, repitiendo hasta el vómito que las marchas, y bloqueos de la CNTE no afectan al Estado, sino solamente a los trabajadores en su vida diaria. Aunque esa basura ideológica solo pretende ensalzar que es una lastima que alteren nuestra “hermosa cotidianeidad” de una jornada laboral de 14 horas enriqueciendo al patrón, algo tienen de razón, los trabajadores sienten que el poderoso no pierde con el bloqueo en Reforma o en Circuito Interior, pero serán ellos los que recibirán descuentos, perderán ventas, estarán lejos de sus familias, mientras aquel esta un su lujosa mansión pidiendo sus rentas.
El planteamiento sobre los métodos de lucha de los trabajadores organizados es necesario. Partiendo de que una lucha aislada es una lucha perdida y que para derrotar al Estado tenemos que crecer en numero y contundencia ¿Qué contacto real existe entre estos trabajadores que protestan y el resto de la clase a la que se pretende convencer y unificar? ¿Qué identidad se genera entre los protestantes y la trabajadores inmovilizados por sus protestas? Sería ingenuo pensar que en medio de dicho atorón recibirán un volante con una sonrisa en los labios.
Lo sucedido ayer no debe pasarse por alto. Esa agresión merece una enérgica condena sin ninguna condescendencia a “los pobres lumpenes”, pero también debe ser un llamado de atención sobre lo que el movimiento esta haciendo mal. No hay peor escenario para el movimiento (y mejor para el Estado y la burguesía) que el de una confrontación violenta entre trabajadores.
¡AUTONOMÍA Y GUERRA DE CLASES!
Partizano
Nota sobre la composición social: Un barrio no es una estructura social homogénea, así que idealizarlo sería un craso error. Tepito no es una entidad ni única ni armónica ni autosuficiente. En ella hay de todo, los comerciantes son una parte de ello, pero también hay muchisimos trabajadores que se dedican a otras funciones y que están diseminados por la ciudad y vuelven a su punto de residencia. Así como hay estos trabajadores que se dedican a vender hay pequeños y grandes dueños, los cuales hasta dentro del mismo barrio mantienen un conflicto de clase. Es a los trabajadores tepiteños a los que nos dirigimos.
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